Si bien la palabra Startup es un concepto ligado a los negocios en la era digital, también define a una empresa en su etapa temprana que, a diferencia de una Pyme, se basa en un negocio que será escalable más rápida y fácilmente mediante el uso de tecnologías digitales.

Como su nombre lo indica, el término solamente aplica cuando el proyecto está en el arranque. Una vez que haya escalado dejará de llamarse Startup.

Los principales gigantes tecnológicos, como Facebook, Google, Airbnb o Uber iniciaron como Startups, sin embargo, a estas alturas ya no se podrían considerar en esa definición. La escalabilidad, que tiene que ver con el crecimiento potencial de la empresa, es el segundo aspecto fundamental de una Startup y para lograr esta característica, debe integrar tecnología que le permita distribuir su producto o servicio de un modo exponencial.

Y de ahí viene la tercera cualidad de una Startup: crecimiento exponencial. Este tipo de negocios debe tener la capacidad de adquirir usuarios de manera exponencial, con unos medios de distribución que le permitan llegar a un número mayor de usuarios y de clientes, así como una venta no lineal. Los ingresos deben crecer mucho más rápido que los gastos de la compañía y esto, normalmente, se logra a través de la tecnología.

Temporalidad, escalabilidad y crecimiento exponencial definen, a grandes rasgos, este tipo de emprendimientos, los cuales ocupan hoy el mayor interés de los inversionistas. El ecosistema ha crecido y se ha consolidado.

Más allá del tipo de emprendimiento y de las formas de inversión que se buscan para la Startup, no se deben perder nunca de vista estos tres elementos para que el proyecto funcione y no se quede en la estadística que dice que un elevado número de Startups fracasan antes del segundo año:

Identifica el problema y cásate con él: una Startup está llamada a resolver un problema y entender toda la filosofía en torno al mismo. Algo que vemos muy seguido es que las Startups se aferran a la solución más que al problema. Tener un enfoque en el problema permite ser más flexible y adaptar el producto a los usuarios y al mercado.

Prepara a tu equipo: los emprendimientos de este tipo requieren de personas que se complementen entre sí. Hay personalidades efectivas para la estrategia de negocio, otras para levantar capital y otras para ejecutar y realizar ventas. Las necesitas a todas ellas y otras que requiere tu negocio en específico.

Sal de tu zona de confort: para que la Startup crezca, pero, sobre todo, para reconocer tu público objetivo, es importante el contacto frecuente con los clientes potenciales, entender lo que buscan y cuáles son las expectativas, y, principalmente, saber cómo resuelven actualmente el tipo de problemas que tu Startup pretende atacar.

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